Hola,

Aquí voy a contar en menos de 1 minuto en qué te puedo ayudar

Si te interesa, genial.
Si no, te das de baja.
Todo bien.

Mira.
Solo soy un aprendiz.
Aprendiendo todo lo que pueda , para ayudar a mis pacientes.

Pero como he dedicado mi vida profesional a aprender , tengo mucho que entregar . En el mundo del aprendizaje y la enseñanza han pasado muchas cosas ( estallidos sociales, la marcha feminista que nos enseñó que ellas la llevan  y un virus que se hace cada vez más eficiente en ponernos en jaque y replantearnos, seguir aprendiendo)

El resumen y lo que a ti más te puede interesar, es que llené mi consulta sin hablar de  agujas ( tampoco de yin y yang) ni bailar en redes sociales y mucho menos regalando sesiones gratis.

Te cuento cómo lo hice, y sigo haciendo,  para que lo repitas  y al final te dejo un link para suscribirte en mi lista.

Hace ya varios años llegó una paciente a mi consulta, una paciente con una artrosis de rodilla de aquellas, de hecho venía apoyada en una muleta, con mucho dolor, hinchazón y muy afligida.

Nada nuevo me dirás.

Pues bien , por suerte para mí la paciente describió en forma muy precisa su dolor de rodilla desde lo que le habían dicho sus doctores hasta todos los tratamientos por los cuales había pasado, subrayando que todavía tenía el mismo dolor y aún más.

Después de escucharla hablar hasta del vecino,  tuve una idea, le pedí que describiera cómo sentía su rodilla buena.

Fue la primera vez que dejó de hablar, se le llenaron los ojos de lágrimas, sin llorar. Algo tan simple como hablar de la rodilla buena no lo podía hacer .

“No la siento , es como si no estuviera”

Seguí insistiendo y le pedí que me describiera eso de “No la siento”

“No la siento y siento el roce de la ropa , la siento cansada porque pongo todo el peso del cuerpo en esa pierna, está más fresca, aliviada”

¡Excelente! Subrayé, ALIVIADA

¿Cómo sería que ese alivio lo pasemos a todo el cuerpo? ¿Qué tal si fortalecemos esa rodilla y le damos fuerza, atención que no le has dado?

Aunque me miraba incrédula, parecía gustarle la idea y ya se estaba olvidando el por qué había llegado, se estaba enfocando en lo que sí quería lograr, por primera vez estaba definiendo en términos propositivos ¿Qué quería?

Ya puedes adivinar el resultado del tratamiento, con las mismas agujas que tu o cualquiera que tenga algún conocimiento pondría ( en general uso pocas agujas). Así es , se fue sin muletas ALIVIADA.

De ahí en adelante dejé de tratar problemas y puse mi objetivo en diseñar soluciones .

Si te interesa saber cómo llevar a tu paciente a ese estado positivo sólo tienes que seguir leyendo “Cómo llenar tu consulta sin siquiera hablar de agujas”, ni ofrecer consultas gratis.