¿Si no estamos enfermos, por qué no nos embarazamos?

Hace menos de una semana me llegó por redes sociales una columna de @caridadmerino que comentaba el video “Sex like Birth”. El video se trata de una pareja que quiere tener un hijo y decide hacerlo teniendo sexo en un hospital. El procedimiento, controlado y medicado del acto sexual, termina en un evidente fracaso y el diagnóstico es: “falla en el proceso” (failure to progress).

El proyecto hace una parodia de lo que sucede en los partos medicados en los cuales el exceso de control y monitoreo muchas veces lleva al fracaso de lograr un parto normal. Sin embargo, es un ejercicio que me parece muy cercano a lo que sucede en muchas parejas con dificultades para embarazarse o con diagnósticos de infertilidad “sin causa aparente”.

El sobre control de la actividad sexual logra despojar la necesaria espontaneidad que se necesita para que hombres y mujeres produzcan los cambios naturales que permiten y favorecen una fecundación.

Definitivamente, hay algo en el control, en el exceso de información y en el querer anticiparse a todo que es enemigo de dejar que las cosas pasen y de disfrutar el aquí y el ahora. Esta actitud le agrega estrés a lo que ya nos preocupa como el trabajo, la carrera, el tener y el deber ser. Este sobre control es responsable de que aumente el cortisol y disminuya la oxcitocina, hormona responsable de desencadenar el nacimiento, de la actividad y excitación sexual y del amor.

Muchos pacientes que consultan no tienen diagnóstico de infertilidad o literalmente tienen infertilidad idiopática, sin causa aparente, lo que los obliga a preguntarse: ¿Si no estamos enfermos, por qué no me embarazamos?

Intentan buscar respuestas en parámetros como la edad, el calendario de días fértiles, porcentajes de fertilidad y, en general, en alguna razón que logre explicar el problema. Pero la respuesta muchas veces no llega. Sin embargo, la medicina tradicional china sitúa justo en el enfoque de esa pregunta la razón del aumento del estrés que genera los cambios metabólicos y circulatorios que resultan en una búsqueda infructuosa del embarazo.

Todo un círculo vicioso que lleva a la pregunta: ¿Todos nos dicen que nos relajemos, pero qué podemos hacer si vemos que el estrés del día a día no disminuye y, por el contrario, solo aumenta? La propuesta de la medicina es concreta en este sentido, volver a enfocarnos en lo humano: ¿Cómo me siento? Y luego intentar un equilibrio entre alimentación, estrés y circulación sanguínea.

¿Cómo lograrlo? Con respecto a la alimentación, hay poner la atención en los síntomas relacionados y preguntarse ¿cómo me siento con ciertos alimentos y con la frecuencia con la que me alimento? Probablemente en la respuesta aparecerán síntomas como hinchazón abdominal, cambios en el tránsito intestinal, sensación de fatiga, mareos o cambios de energía. El solo hecho de llevar la atención a la sensación permitirá saber qué modificar en la alimentación y cómo generar cambios. Estos cambios se traducirán en una disminución del estrés metabólico y permitirá un balance hormonal.

Todos hablan del estrés, pero nunca nadie habla de cómo reconocer los síntomas de estar preocupados ni mucho menos de cómo combatirlos. Lo normal en la vida debería ser levantarse por las mañanas y sentirse con energía y ganas de empezar el día. Desde esta perspectiva, todos los dolores o sensaciones que modifiquen este ciclo de despertar, tener energía, dormir y volver a despertar con energía pueden ser considerados síntomas de estar “estresado”. ¿Qué hacer? En la medicina tradicional china partimos por el dormir, ya que es ahí cuando el cuerpo se recupera y podremos despertar con energía y ánimo para comenzar nuestro día.

La circulación sanguínea es un resultado de la alimentación y del estrés, por lo tanto, si logramos mínimos cambios veremos que la circulación se modifica. Es muy claro mirarnos al espejo después de un sueño reparador y de una buena hidratación: la piel está brillante y bien nutrida porque nuestra circulación interna también cambia. Los síntomas que deberían preocuparnos son la sensación constante de frío en manos y pies, el edema o retención de líquidos, la presión arterial alta o baja.

Acompañar esta atención a los síntomas con acupuntura ayudará a mejorar la integración entre la alimentación y el estrés mediante la relajación muscular y el aumento de la circulación sanguínea. La medicina tradicional china tiene un enfoque especial en el tratamiento de la fertilidad con acupuntura, el cual logra mejorar la circulación sanguínea de la misma forma que lo logra la actividad placentera, acompañando lo que naturalmente debería suceder en el ciclo reproductivo de la mujer y en la producción de espermatozoides del hombre.

Tomás Díaz A

Director Centro Meridiano

Lic. Acupuntura y Medicina Tradicional China

Deja un comentario

Call Now ButtonLlamar
× ¿Puedo ayudarte?